4 mitos y verdades sobre la dentición de bebés y niños/as



Acompañados por Belén Di Tommaso @mamiodontologa.ok, odontóloga y mamá de Simona, derribaremos algunos mitos y miedos en torno a la dentición de los más pequeños de la familia. 

El collar de ámbar funciona como analgésico para los dolores que ocasiona la dentición en los bebés

FALSO. No existe ninguna evidencia científica de demuestre su eficacia.


Algunos slogans comerciales afirman que, cuando estos collares son calentados por la temperatura del cuerpo del bebé, el ámbar suelta una sustancia que alivia el dolor y que se absorbe a través de la piel al flujo sanguíneo. Asimismo, esta sustancia estimularía a la glándula tiroides -que controla la cantidad de saliva- y mejoraría la habilidad del sistema inmunitario para reducir la inflamación en los oídos, la garganta, el estómago y el sistema respiratorio.

La ciencia moderna afirma que, para que el ámbar libere esa sustancia, debe calentarse a  200ºC, muy distante de la temperatura corporal de un pequeño que oscila entre los 36 y 37°C. Por otra parte, las capas protectoras de la piel impedirían que la sustancia penetre y llegue al corriente sanguíneo.

Vale aclarar que buena parte de los collares comercializados no son, en realidad, ámbar. Por el contrario, suelen estar confeccionados de un plástico amarillento, vendido a precios muy elevados. 

Los riegos (estrangulamiento y asfixia) son mayores que los supuestos beneficios:

La Asociación Americana de Pediatría (AAP) sostiene que los bebés y niños no deben usar collares, pulseras, ni joyas. El collar podría apretar el cuello del bebé cuando está dormido o engancharse y presionar su cuello. Y si se rompe, el bebé podría tragarse las cuentas o pepas generando una obstrucción de las vías aéreas. 

Para conocer más acerca de cómo evitar y tratar la irritación en la zona del pañal, leé nuestro artículo sobre la irritación en la zona del pañal.

¿Cómo aliviamos entonces el dolor producido por la erupción de los primeros dientes?

“Para aliviarlos, siempre ofrecer frescura: lo fresco alivia, lo caliente exacerba las molestias. Podemos armar heladitos con leche materna o de fórmula. Para los mayores de 6 meses, helados frutales. Los mordillos también son una buena opción, enfriados en la heladera (NO freezer) o masajear las encías con un dedal de silicona”, sugiere la odontopediatra Belén Di Tommaso.

Y agrega: “Teta, mimos y mucha PACIENCIA”.

Importante: Los geles o las cremas para adormecer que contienen benzocaína* no son recomendadas para los bebés.
La dentición es una fase normal de la infancia y no debe tratarse con remedios caseros o los medicamentos de venta libre que se frotan en las encías.

La benzocaína, un anestésico local, es el ingrediente activo de varios productos de venta libre pero NO son útiles para tratar las encías doloridas debido a la dentición, ya que se eliminan de la boca del bebé en cuestión de minutos, además ofrecen poco o ningún beneficio y llevan un riesgo grave (llamado “metahemoglobinemia”), en la cual la capacidad de transportar oxígeno de los glóbulos rojos se reduce enormemente.

La fiebre y más baba son signos de erupción de dientes

FALSO

A partir de los 2 meses, más o menos, los bebés empiezan a babear mucho, y una de las consultas más frecuentes es si puede deberse a la salida de los dientes y la realidad es que no. Lo que en verdad sucede es que las glándulas salivales comienzan a madurar y prepararse para la alimentación complementaria y de este modo ayudar a formar el bolo alimenticio para empezar la digestión

@mamiodontologa.ok

A pesar de que unas encías sensibles, doloridas e inflamadas durante la dentición puedan hacer que la temperatura del bebé aumente ligeramente (lo que se conoce como “febrícula”), la salida de los dientes no debería causar fiebre alta ni diarrea. ¿Qué sucede, entonces? La erupción es un proceso que dura aproximadamente 3 años y es posible que coincida con algún proceso infeccioso. A veces, estos procesos aceleran la erupción y por eso suele asociárselos, pero NO genera fiebre. Tampoco la dentición genera dolor de panza, ni cola paspada.

La Academia Americana de Pediatría recuerda: “Cuando le están saliendo los dientes a su bebé puede presentarse un pequeño aumento de la temperatura corporal. Pero si la temperatura llega a los 38 grados o más, probablemente no es debido a la dentición. Si su bebé tiene síntomas, tales como fiebre, vómitos, o diarrea, y coincide que le están saliendo los dientes, consulte con su pediatra porque no se tratará de la dentición, sino de una enfermedad que previsiblemente requiera tratamiento”.

Hay que cepillar sin pasta si el niño/a no sabe escupir

FALSO


Según la recomendación de la ALOP (Asociación Latinoamericana de Odontopediatria) y de buena parte de los odontólogos,  la incorporación de pasta dental comienza con el primer diente que aparece. Ahora bien, debe tratarse de pasta dental fluorada de 1000ppmF a 1100ppmF pm (partes por millón de flúor) suministrada en las dosis adecuadas.

¿Cuáles son las cantidades adecuadas? En bebés que no saben escupir (desde el primer diente hasta los 3 años), hay que poner una cantidad raspada de pasta sobre el cepillo. Luego de los tres años,  podemos aumentar al tamaño de un grano de arroz. A partir de los 6 años, la cantidad se asemeja a una arveja.


¿El flúor es malo? Hasta el día de hoy, el único ingrediente que funciona para la prevención de caries es el flúor, puesto que remineraliza el diente y lo hace resistente a los ácidos de las bacterias.

@mamiodontologa.ok nos recuerda:

  • Mamá o papá SIEMPRE dispensa la pasta.
  • Respetá SIEMPRE la cantidad de pasta.
  • Mamá o papá vigila y apoya en el cepillado hasta los 8 años.

No hace falta tratar los dientes de leche/temporarios cuando hay caries, total luego se caen

FALSO


Los dientes de leche o temporarios, por más que luego se caigan y sean reemplazados por los permanentes tienen la misma, la mismísima importancia que los ‘de siempre’”, señala Belén.

¿Por qué? 

  • Las caries en los dientes de leche duelen igual que en un diente permanente.
  • Pueden generar infecciones, incluso en otras partes del cuerpo (como la endocarditis bacteriana).
  • Participan en la masticación y en la fonación (la perdida dentaria prematura interfiere en el habla por muchos factores). 
  • Mantienen el espacio para los permanentes y le dan contención a los músculos de la cara y forma.

Y agrega: “Además, inmediatamente después de ellos, está el futuro diente permanente, que puede verse afectado por los problemas de su antecesor, problema que no acabaría cuando el diente de leche finalmente caiga”.

Importante: No hay una edad mínima para que un niño pueda ser tratado
No hay edad para hacer prevención
No hay edad para enseñar higiene y alimentación como buenos hábitos preventivos de caries. 
No hay edad para “arreglar una muela” si el niño/a lo requiere

NO HAY EDAD.

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