Hace algunos días comencé a preguntarme si era tiempo de quitar los barrotes de la cuna de Zoe.
No me guío por un calendario estricto, sino porque he notado que la retoña viene desarrollando habilidades escaladoras y es cuestión de semanas para que descubra que practicar bungee jumping desde la cuna puede ser una actividad interesante
Es en estos momentos en los que me arrepiento de no haber comprado una cama baja, inspirada en los principios de la educación Montessori
Cuando estaba embarazada, y sin demasiada información que guíe mi elección de compra, me resultaban demasiado “modernas”
Lo cierto es que hoy preferiría disponer de una cama que no la “encierre” entre sus barrotes, sino que le permita adquirir mayor autonomía, bajar y subir cuando guste con libertad.
Además, la seguridad de la cercanía con el suelo es otro punto a favor. Ya está, será en otra vida
Les pregunté a través de historias cuándo habían quitado los barrotes de las cunas, y aunque no existe una edad concreta y cada bebé es único, la mayoría coincide en que fue a partir de los 18 meses.
Es una decisión conjunta: cuando todos -incluyendo al retoño- estén de acuerdo.
- Si los bebés comienzan a escalar y el cuerpo sobresale a la altura de las axilas, probablemente sea momento de algún cambio
- Para los más movedizos, que rolan por la noche, algunas mamás me sugirieron las barandas plegables y rebatibles. Es una solución temporal e intermedia para que se vaya adaptando al nuevo espacio, e incluso pueda bajar si así lo desea
- Cuando se quiten los barrotes, podría suceder que el retoño caiga de su cama, pero pronto su sistema nervioso perceptivo se adaptará a este nuevo espacio sin límites. Será necesario poner algún colchón o almohadones para amortiguar posibles caídas
- También puede limitarse el colchón con algún “tope” casero con almohadones o la misma chichonera para contener sus ruedos nocturnos
- Se sugiere hacer al bebé PARTÍCIPE del desmontaje de su antigua cama, ver dónde la van a guardarla, celebrar juntos el cambio, explicarle los motivos.
- Nada mejor que involucrarlos, por ejemplo, eligiendo las sábanas